Imagenes hermosas de relajantes paisajes naturales Zen del mundo ilustradas con frases y reflexiones de Confucio para bajar gratis y decorar fondos de pantalla.Fotos de la naturaleza que transmiten calma y relajacion para tu cuerpo y mente
- Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender, peligroso.
- Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
- La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.
- Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.
- La sabiduría se preocupa de ser lenta en sus discursos y diligente en sus acciones.
- Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos.
- El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor.
- Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil.
- El verdadero caballero es el que solo predica lo que practica.
- Antes de empezar un viaje de venganza cava dos tumbas.
- Por muy lejos que el espiritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón.
- Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.
- El silencio es el único amigo que jamás traiciona.
- Es más fácil apoderarse del comandante en jefe de un ejército que despojar a un miserable de su libertad.
- Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí.
- Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.
- Los defectos de un hombre se adecuan siempre a su tipo de mente. Observa sus defectos y conocerás sus virtudes.
- Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.
- No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.
- Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.
- Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.
- Lo que no quieras que los otros te hagan a ti, no lo hagas a los otros.
- Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso.
- Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque ésta sea un simple murmullo.
- Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.
- Arréglese al estado como se conduce a la familia, con autoridad, competencia y buen ejemplo.
- Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos.
- El hombre superior piensa siempre en la virtud; el hombre vulgar piensa en la comodidad.
- Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos.
- El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa.
- No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.
- La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.
- La naturaleza humana es buena y la maldad es esencialmente antinatural.
- Si no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte?
- Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la conducta.
- Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.
- Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
- ¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
- Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
- Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.
- Sólo el virtuoso es competente para amar u odiar a los hombres.
- La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.
- Los cautos rara vez se equivocan.
- Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que ama lo justo.
- El que conoce la verdad no es igual al que la ama.
- Un erudito que no sea serio no inspirará respeto, y su sabiduría, por lo tanto, carecerá de estabilidad.
- Quien gobierna a un pueblo dando buen ejemplo se parece a la estrella polar, que permanece inmutable mientras los astros dan vueltas a su alrededor.
- Gobernar es rectificar.
- No hay cosa más fría que un consejo cuya aplicación sea imposible.
- Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos.
- Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.
- Donde hay educación no hay distinción de clases.
- Aprender sin reflexionar es malgastar la energía.
- Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.
- Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles.
- Nunca hagas apuestas. Si sabes que has de ganar, eres un pícaro; y si no lo sabes, eres tonto.
- Aquel que gobierna por medio de su excelencia moral puede compararse a la estrella polar, que permanece en su sitio en tanto todas las demás estrellas se inclinan ante ella.
- Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas.
- El hombre superior es persistente en el camino cierto y no sólo persistente.
- El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud.
- Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales que por la cultura que ellos mismos se proporcionan. Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.
- Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona.
- Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.
- El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.
- El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.
- ¿Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?.
- No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa.
- Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.
- Aprende a vivir y sabrás morir bien.